Sunday, August 28, 2005

Héctor Abad Faciolince les llamó la atención


Héctor Abad Faciolince

Héctor Abad Faciolince, notable y talentoso narrador colombiano, autor de Angosta, novela que, por cierto, estuvo entre las finalistas en el más reciente premio “Rómulo Gallegos”, escribió un excelente artículo sobre un hecho reciente que ha pasado tendenciosamente por debajo de la mesa para la mayoría de la oposición venezolana. El artículo ("El tiranicidio") está en El Nacional de hoy, 28-08-05. Abad Faciolince, insospechable de chavismo y de veleidades bolivarianas, nombró la soga en casa del ahorcado y dijo esto:

Recuerdo que en un célebre artículo de Umberto Eco sobre la muerte y contra la muerte (´Es mejor no bromear con la señora`, se llamaba), el gran escritor italiano criticaba el ahorcamiento de Mussolini por parte de los partisanos milaneses. Para él ese crimen, incluso en el caso de Mussolini, era una aberración moral. Ahora que el abominable telepastor gringo Pat Robertson ha predicado públicamente el asesinato de Chávez –después se contentó con su secuestro-, se me vienen a la memoria estas palabras de Eco y también algunos comentarios oídos en Caracas, en boca de taxistas, pero también de profesores: ´La única manera de salir del coronel es matándolo´.

No se puede negar que esta opción criminal circula de boca en boca en muchos círculos venezolanos. A mí, que por aquí no vengo sino de vez en cuando, me ha tocado aguantármela varias veces. (...). Hay aquí cierto clima conspiratorio que cualquiera puede palpar y oler cuando visita Venezuela. Y las conspiraciones suelen ser una tentación luciferina, más todavía cuando detrás de ellas hay incluso religiosos.

(...)

Digan lo que digan muchos opositores de Chávez, el Gobierno venezolano se expuso, mediante el referendum a ser sustituido por mecanismo pacíficos. En ese sentido, y al menos hasta el momento, el régimen chavista no puede ser caracterizado como una dictadura. Lo mismo indica la mayoría de las encuestas populares que le dan un margen de favorabilidad a su gobierno. Tampoco será un régimen de estilo cubano mientras los periódicos de oposición, como este donde escribo, se sigan publicando y vendiendo libremente”.

(...)

La sugerencia del tiranicidio lanzada por el predicador Robertson (vergonzosa apología del delito) es compartida pública o soterradamente, por la caterva más oscura de la extrema derecha norteamericana, y también local. Pero la reacción mundial, y en especial latinoamericana, que ha habido a este sólo llamado al asesinato, debería hacer reflexionar mejor a las cabezas calientes de la oposición más recalcitrante. Lo que provocaría un atentado mortal contra Chávez sería una hecatombe de proporciones continentales. `Es mejor no bromear con la señora´ decía Eco, y esa señora es la Muerte. Lo único que trae una muerte son más muertes, y para el bien de Venezuela es mejor que esa espiral de horror nunca comience”.

2 comments:

Jesus Torrivilla said...

Ok Ok. Entiendo la parte de la apología al delito y el bla bla, pero de verdad me asusta que le sigan el juego a Chávez de esa manera ¿Quién se cree lo de una catástrofe de proporciones continentales? Lo ocurriría sería que los cuatro gatos extremitas se matarían con la policía. En Venezuela la gente no está dispuesta a morir por nada, somos demasiado pragmáticos

Anonymous said...

A diferencia, no sé si ética, de "El caporal de esta hacienda", lo primero que se me ocurre decir es:

De verdad me asusta que le sigan el juego a Robertson o a los Robertson de este mundo, por más caporales que se crean.