Tuesday, October 12, 2004

Los peces

12-10-04:

Hoy es día de fiesta. Seguimos en la playa. Son las seis de la mañana y todavía puedo ver la luna. Soñé adorablemente con Cuchi. Estábamos en Londres.

Ayer, al finalizar nuestro paseo de la mañana por la playa, vimos a unos pescadores en el momento en que halaban la red. Eran dos grupos de cuatro. Cada grupo halaba por una punta y entre uno y otro había una distancia enorme, que se iba acortando en la medida en que acercaban la red a la playa. Cuchi y yo esperamos para ver qué habían pescado, mientras contemplábamos el esfuerzo de los hombres, su rutina de trabajo. Se turnaban las posiciones a ritmo acompasado. Cuando ya la pesca estaba muy cerca, las gaviotas se aglomeraron sobre nosotros. Lo mismo hicieron unos pelícanos dentro del agua. Algo lograron capturar las aves.

En el momento en que Cuchi y yo empezamos a ver lo que la inmensa red había traído, la ceremonia del arrastre perdió para nosotros todo su encanto: sólo había peces bebés, mantarrayas recién nacidas, robalitos y lisitas. Y los metían en una cesta en vez de devolverlos al mar, a pesar del comentario de uno de los pescadores. “Pura basura”, dijo, con la crueldad de quien ignora los otros significados de lo que dice. Fue una dura escena para el alma ecológica de Cuchi -sobre todo-, quien conoce el nombre de los peces, aún de los más raros, y los adora.

No comments: