Saturday, February 25, 2012

"B" de Borges y Belmonte

Belmonte

Leo los poemas de Gerardo Diego dedicados al toreo y todos me parecen metáforas de su escritura.

Tauromaquia y arte poética se avienen.

Me gustaria algún día escribir un buen molinete, pero qué difícil es empezar por naturales y rematar con un adorno idóneo y sorpresivo...

Y ahora me pregunto ¿cómo se llama en el toreo la elegante caída borgeana de la frase, esa que sólo el maestro porteño pudo practicar en sus ficciones?

Saturday, February 18, 2012

MONTALE Y SABA

Eugenio Montale

Sólo para abrazar al poeta Montale viajó a Florencia un día Umberto Saba.

Cuando mis hijos estaban pequeños yo solía fatigarlos con versos. Ellos oían callados. El breve poema FIRENZE del triestino era uno de mis predilectos,

Pasados unos meses de esa fiebre, saliendo de la casa, ya en el estacionamiento, Martín dijo de pronto “¡Al poeta Montale!”. Con esa inesperada ráfaga de la memoria, supe que los ecos de los nombres tienen su propio ritmo.

He abierto hoy un libro de Montale. Leo en unas de sus líneas, que algunos agregados de la palabra y ciertos tonos, son los que trazan la belleza del poema. Es un libro que reúne conferencias, entrevistas y discursos, incluido el que pronunció ante la Academia sueca el día en que recibió el Premio Nobel. Paso sus páginas sin leer más nada. La imagen del poeta Saba abrazándolo en Florencia lo es todo en este instante. Lo son también los ecos. Y sobre todo, la reminiscencia.



FIRENZE

Per abbracciare il poeta Montale
-generosa e la sua tristezza- sono
nella cittá che mi fu cara. E’ come
se ogni pietra che il piede batte fosse
il mio cuore, il mio male
di un tempo. Ma non ho rimpianti. Nasce
-altra costellazione- un’altra etá.


UMBERTO SABA

Monday, February 13, 2012

TRAS LA LITURGIA DE LOS CUERPOS NO HAY TRISTEZA

Tolstoi

Hoy me acompañan Cernuda, Lezama y los poetas de una antología española. Están sobre la mesa. Siento la cercanía de su fuerza y la intimidad de sus enigmas nunca descifrados. Forman parte de  una familia que se ha hecho inabordable con el tiempo.  Integro con ellos una raza cuya extinción ha sido decretada. Mientras tanto, ellos y yo nos hacemos los locos. Murmuran entre sí y yo los dejo.

Una página vista por encima y la imagen que desde ella se dispara, acaban de copar la escena.  

Es Tolstoi, que no estaba convocado.

En un poema de la antología de Hiperión, el poeta Miguel Angel Velasco, de Mallorca, me acaba de decir que “…Tolstoi (…) sólo sonreía/ después de nadar hondo en un brío de sábanas,/ porque tras la liturgia de los cuerpos,/ en contra del proverbio, no hay tristeza”.

Y yo agradezco ese milagro.

Thursday, February 09, 2012

Aquiles y el padre de George Steiner


LA MUERTE DE LICAON
Lo impresión que causó ese episodio de la Ilíada en Steiner es realmente conmovedora. Se encuentra en su libro Errata:
George Steiner aún no ha cumplido seis años y su padre le está leyendo el poema de Homero, al parecer, en una traducción de Voss. Acaba de llegar al pasaje en el que Licaón está implorando piedad. Aquiles va a responderle, pero en ese mismo instante, el padre interrumpe la lectura, alegando que hay una laguna en la traducción. ¡No puede ser! ¿Qué pasó con Licaón? se pregunta el niño. Aprovechando su inmensa curiosidad, el padre le propone leer directamente de la edición griega que tiene sobre la mesa, con la ayuda de un diccionario. Eso hacen.
Al poco tiempo ambos lectores incorporan en su memoria, para siempre, la "serena crueldad" y el "dulce terror" de Aquiles, que, como sabemos, mató a Licaón, cuando éste solicitaba clemencia de rodillas.

La crueldad de Aquiles. La fecunda "crueldad" del señor Steiner.

INDAGACION DE LA MAÑANA


Indagación de la mañana. Desplegar una mirada que transfigure las cosas. ¿Será posible?

En un luminoso ensayo me encuentro con esto: “¿Qué será ver siempre la misma faz junto a nosotros al despertar? ¿Las mismas cosas? ¿Las mismas calles?”.

Voy al balcón y miro el mismo cielo, menos nublado que ayer, y a un hombre sentado en un banco, junto al cedro, ensimismado.
 
Es Luis Cernuda, autor del ensayo en el que acabo de leer aquello.

Friday, February 03, 2012

HAGIOGRAFIA Y MUSICA MILITAR




LA MUSICA MILITAR NUNCA ME PUDO LEVANTAR

En materia de hagiografías, me quedo con la de San Juan de la Cruz, porque es poética. Las del poder -y desde el poder- son detestables, ayer y ahora. Y si militares, monstruosas. Intentan la legitimación de las imposturas con un falso relato heroico y refuerzan la política, no como agonística, sino como espectáculo.

Oigamos más bien a Georges Brassens cantando su canción en la inolvidable versión antifranquista y antimilitar de Paco Ibáñez:

Wednesday, February 01, 2012

La ciudad convivida (y convidada)



Saliendo del Parque Ayacucho, carrera 15 con calle 41. A la derecha,, el Colegio María Auxiliadora

...La historia comenzó hace mucho tiempo, en Barquisimeto, cuando desde un gris autobús escolar los días nos deparaban barrios y calles nunca vistos. La vieja avenida 20, con sus naranjillos, todavía no había sido depredada y podíamos leer sus avisos colgantes y compartir el solaz de sus sombras, o de sus “sombritas”, como solemos llamar a esos pequeños oasis de nuestras calles encendidas. La historia, sin duda, comenzó con la demolición de algunos edificios intrigantes, cuya altura asombraba en los 50. “Euskal Herría”, se llamaba uno de ellos, ubicado en la carrera 19 con la Vargas y escenario de las travesuras que recuerda mi cuñado Josué Couri, vecino de esos pagos. Desde su azotea, probando vidas, volaron gatos (Lezama Lima avant la lettre) cuando aún no comenzaba su abandono. Nadie hasta ahora –que yo sepa- lo despidió con los honores que en justicia –no sólo vasca- merecía. Para mí es una imagen a distancia, un espacio enigmático de la memoria, un lugar robado a la curiosidad.

Podía continuar con la enumeración de otros sitios, no precisamente “históricos” ni “centrales”, invocados por el inevitable arbitrio de quien escribe. Sin embargo, estimo que uno solo es suficiente ejemplo de la extendida intimidad que deseo destacar, porque cada quien tiene la suya y puede contemplarla en su memoria, que aloja lugares entrevistos y lejanos, o pequeños recodos que la fantasía va convirtiendo en entrañables. Algunos tendrán la imagen de un cine en la Av. 20, borrado de la noche a la mañana, o de una esquina en la que estuvo una apretada bodega en la 16 con 39, o simplemente, la de un banquito de mármol en el Parque Ayacucho cuando el chuco Torres y yo esperábamos la hora de salida, frente al inolvidable Colegio María Auxiliadora, milagrosamente en pie, pese a la inclemente devastación que lo circunda.

Todos tenemos un “ubi sunt” particular, una aflicción poblada por el tiempo y su implacable paso, que no sólo incluye lugares y personas, sino también instituciones destruidas o “transformadas” (por ejemplo, ahora mismo me pregunto: ¿qué se fizo la FUDECO verdadera? porque sé que este "rancho"  millonario que sigue llevando el viejo nombre, nada tiene que ver con aquélla).

También la ciudades son sus hombres, por decirlo con la inversión literal del inolvidable y bello título de Oswaldo Trejo (También los hombres son ciudades). No pretendo que una suma secreta de recuerdos constituya algo más que un patrimonio personal, pero percibo que sin ellos no es posible recuperar y revivir ningún patrimonio colectivo...