Sunday, February 27, 2005

Sí, la del centro es ella, la que cantaba boleros


En el centro, la Fredy (Estrella Rodríguez en TTT).

27-02-05:

El 15 de febrero del año pasado hice la siguiente anotación en mi diario:

"La hermana de Nano puso un disco con la voz de Fredy. En realidad, yo fui a eso, a oír a la Fredy. Pancho me había dicho que Nano lo sorprendió un día con ese disco. No la conocía. Le conté, entonces, mi leyenda personal con la Fredy, cosa más grande, con quien me encuentro de una manera cíclica. La última vez fue cuando me llamó una periodista para que le hablara de mis recuerdos de la visita de la gran gorda a Venezuela el año 60. Resulta que jamás vi a Fredy, salvo en la televisión de esa época y en las fotografías que alguna revista publicó por esos días, pero por alguna broma alguien me consideró un experto en la Fredy.

Que esa enorme cantante se llamara Fredy fue suficiente para que mis compañeros de cuarto grado iniciaran una burla que sufrí durante meses. Pasaron los años, y un día, leyendo emocionado Tres Tristes Tigres me encontré de nuevo con ella. La Fredy es en esa gran novela, Estrella Rodríguez, la que cantaba boleros. En el año 68, si mal no recuerdo, en un número de la revista Mundo Nuevo, que dirigía Rodríguez Monegal, Cabrera Infante declaró que empezó a escribir la novela cuando se enteró de la muerte de Fredy en Puerto Rico. Evocaba Cabrera la portada del único disco que conoció de la Fredy. Creo que es la misma que aparece en el CD que anteayer me mostró la hermana de Nano: Fredy canta y tiene un micrófono cerca de su boca. Cabrera Infante quiso ver en esa foto una escena de contenido sexual. Me dijo Pancho el viernes que debía escribir mi cuento de encuentros con la Fredy. Tal vez un día de estos le haga caso."



Saturday, February 26, 2005

Tres tristes tigres


Tres tristes tigres

26-02-05:

Tres Tristes Tigres es poesía hablada en cubano.
Es poesía caminada en La Habana interminable.
Es poesía bebida a sorbos lentos en los bares de La Rampa.
Es poesía cantada en Las Vegas todas las noches de ronda.
Es poesía sonada en cueros inverosímiles.
Es poesía amanecida en la cama con Estrella Rodríguez, enorme ella, inmenso e impúdico sol negro de la melancolía.
Es poesía que Estrella cantaba como boleros largos y rijosos.
Es la poesía que Guillermo Cabrera Infante escribió como isla, como Caribe puro, como puro humo, como habano, como cine.

Wednesday, February 23, 2005

Cabrera Infante

23-02-05:

Pavana para un infante difunto.

Para mí Cabrera Infante es una costumbre, así en la paz como en la guerra. Lo leo desde hace más de treinta y cinco años, con gusto, con admiración. Cuando fui a La Habana en el 2000 me hice una ruta mítica a partir de La Habana para un infante difunto. Me tomé una foto en Zulueta 408, aunque ahora no se encuentren allí ni el número ni el solar memorable de Cabrera. Hice mis cálculos y dictaminé cuál era el sitio buscado. “Debía estar aquí”, me dije y le pedí al taxista que me tomara la foto. Estábamos frente a un gimnasio de boxeo.

Mi visita al Parque Central, cercano a Zulueta 408 (que, por cierto, ya no se llama Zulueta, sino Agramonte) fue como entrar a la fotografía de Jesse Fernández que sirve de portada a La Habana... Poco me faltó para encontrarme con el otro fotógrafo, el viejo retratado por Fernández. Caminé por calles donde estaban algunos bares de Tres Tristes Tigres. Lezama y Cabrera Infante fueron mis guías en La Habana. De Trocadero al Malecón anduve haciendo de fetichista literario esa semana santa.

Mi homenaje habanero para Cabrera Infante: entrar a un solar para conocerlo. Eso hice una tarde de abril del 2000 en La Habana.

Monday, February 21, 2005

Pavana para un infante difunto


Guillermo Cabrera Infante

Me acabo de enterar.
¡Cómo me gustaría que esto sonase como una pavana para un infante difunto!

Sunday, February 20, 2005

El mundo donde somos invisibles

20-02-05_

Imágenes de París.

Estamos frente a la Tour Eiffel. Esperamos un autobús. El que sale en este momento no es el nuestro. Una señora mayor se asoma a la ventana y me saluda. Le contesto con la mano, pero sigue saludándome y sonriendo. ¿Quién es? ¿Me ha confundido? ¿Está loca? En realidad no me hago esas preguntas. Entro con ella, por un instante, a otro mundo donde somos invisibles.

Saturday, February 19, 2005

En la tumba de Cortázar


Julio Cortázar

19-02-05:

No es fácil encontrar la tumba de Cortázar. Llegué a ella después de ir y de volver al mismo sitio muchas veces, con liviana persistencia de cronopio y, finalmente, con la certeza de que era la tumba la que me iba a encontrar a mí.

Los famas se guían por las mapas. Los cronopios, por el azar, que es dadivoso. “Ya Julio hará su aparición”, me dije y busqué otras tumbas. Y en eso estaba cuando de pronto la vi. Me senté sobre ella y –curioso impenitente- leí breves cartas, papelitos, confesiones de amor cortazariano, guiños a la Maga, dejados allí por admiradores expresivos.

Yo dejé mi huella de cronopio mediante un ticket de metro en el que puse mi nombre de lector cómplice (o pretendido tal).

Quise grabar esa primera visita y le pedí a un desconocido que pasaba que me hiciera una foto con mi cámara. Yo estaba sentado sobre la tumba del gran cronopio, leyendo su nombre y el de Carol Dunlop.

Cuando salía del cementerio de Montparnasse recordé, feliz, unos versos de Cortázar:

En esos cementerios conjeturo que crece/ poco a poco el miedo,/ y que allí empolla el Roc.

Y salí, dispuesto a encontrar a la Maga.

Wednesday, February 16, 2005

El origen del mundo


Courbet. El origen del mundo

16-02-05:

El origen del mundo en El origen del mundo. El sexo femenino en su apogeo. Cuchi y Benito se sorprenden. Yo creía que el cuadro era más grande. Pero qué grandeza en esa imagen casi insolente de la vida, en ese peludo y rijoso retrato de la carne.

Wednesday, February 02, 2005

Paris

02/02/05:

Compruebo de nuevo que no se acaba nunca.

Saludos a todos.