¿Por qué esta manía de convertirlo todo en literatura? ¿Por qué todo lo asocio con algún libro? ¿Por qué no hay topónimo que no me traslade a algún verso o a alguna página o a algún personaje o a algún autor? ¿Por qué este modo de andar por el mundo como si explorara siempre una biblioteca infinita?
Esta tarde Cuchi me dijo en un mensaje de teléfono que estaba almorzando en la laguna de Uchire y yo le respondí de inmediato: “Armas Alfonzo”.
Qué le voy a hacer. Así me tocó.
Habito impunemente en la región más literaria del aire.
Y valga el intertexto.
3 comments:
Es realmente un vicio imposible de abandonar, la mente navega sola hasta encontrar el estante exacto y, en milésimas de segundo, decir un título, un autor, un verso. Porque a cada cosa le corresponde su párrafo.
impresionante,yo me ando inciando en esto de la literatura y es una adiccion...me ha pasado igual,todo ya paso,todo ya se escribio...solo somos parte de un cuento larguisimo...
siempre hay un autor,o un poema o un cuento..
Saludos a Minerva y a José Miguel, colegas del "vicio impune".
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