Saturday, September 23, 2006

El contemplado


Habitación de Proust en Balbec

Una emoción de la infancia.
El cuerpo y el alma la recuerdan.

Era una habitación. Era una ventana.

Y es el mar que siempre recomienza.

4 comments:

Anonymous said...

...Y la magdalena de los recuerdos proustianos???

Anonymous said...

Y el mar entra, como la infancia, en el cuerpo y el alma

Anonymous said...

Perdona el intrusismo, pero, ¿te preguntas alguna vez: quien te lee?te estoy leyendo e imaginando...

Anonymous said...

Me lo pregunto e imagino a quien me lee.

Octavio Paz mira el cielo y trata de deletrearlo. De repente se percata: alguien lo deletrea a él.

No hay intrusismo.

Saludos