Borges
El inevitable Borges, ya ciego, sólo veía sombras y tigres, mientras sus manos ansiaban otra cosa. Copio:
EL ORO DE LOS TIGRES
Hasta la hora del ocaso amarillo
cuántas veces habré mirado
al poderoso tigre de Bengala
ir y venir por el predestinado camino
detrás de los barrotes de hierro,
sin sospechar que eran su cárcel.
Después vendrían otros tigres,
el tigre de fuego de Blake;
después vendrían otros oros,
el metal amoroso que era Zeus,
el anillo que cada nueve noches
engendra nueve anillos y éstos, nueve,
y no hay fin.
Con los años fueron dejándome
los otros hermosos colores
y ahora sólo me quedan
la vaga luz, la inextricable sombra
y el oro del principio.
Oh ponientes, oh tigres, oh fulgores
del mito y de la épica,
oh un oro más precioso, tu cabello
que ansían estas manos.
(Jorge Luis Borges, El oro de los tigres)
3 comments:
Un neonachista, adorador de rubias, me dijo de memoria, un día, los versos finales de ese poema.
Borges escribio otro cuento sobre tigres, "el otro tigre" que a continuacion cito
Pienso en un tigre la penumbra exalta
La vasta biblioteca laboriosa
Y parece alejar los anaqueles
fuerte, inocente ensangretado y nuevo.
Es solo un fragmento, pero se encuentra en el hacedor, por cierto me encantaria que vieras mi comentario que postee el dos de agosto, sobre Bataille tal vez te sirva para algo
Qué buen poema elegiste de Lizalde (estupendo poeta apodado "el tigre" por la abundante temática de este felino en el conjunto de su obra). Felicitaciones....
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