13-09-04: Cuchi comenzó a hacer unos arreglos en mi biblioteca. Ahora puedo entrar a una parte que me estaba vedada. Hoy, al amanecer, lo hice. Buscaba a Stevens, pero conseguí a Alfredo Gangotena. Se trata de una publicación ecuatoriana, un folleto apenas, con diez poemas, uno de los cuales es de Supervielle, en homenaje a Gangotena. Allí le dice: “No prestes atención, Gangó, a todas esas olas del mar,/ ¿Cómo podrían separarnos con sus crestas efímeras,/ ¿y sus renacimientos puestos a abortar?/ Pero, ¿qué pasa, Gangó, en la americana montaña,/ y por qué no vienes a la llamada de tus amigos?/ ¿Piensas que te olvidamos/ de este lado del mar?/ Deja, pues, que te envíe, a ti que sueñas con Francia,/ una onda del Sena en la que se refleja Vétheuil,/ a la hora del río cuando la arena/ es más dulce en el fondo del río”.
Dejo los poemas del ecuatoriano para más tarde. Son tragos vespertinos. Quizá, nocturnos. Los pájaros van y vienen. Vaivén de la mañana. Oigo caer el agua que baña a Cuchi. Escribo esta nota sólo para verme en una película donde alguien escribe esta nota y oye pájaros y oye bañarse a su mujer.
2 comments:
Hola,
Aunque ya viejo su comentario sobre Alfredo Gangotena, recien lo leo ahora. El poema citado lo escribio Supervielle a Gangotena, su amigo, para aliviarle la soledad que sentia en su pais natal, Ecuador. Si todavia no ha leido a AG, lealo, es excepcional. A mi me gusta mas su poesia escrita en espaniol. Busque Tempestad Secreta.
Gracias.Lo leí después del post. Tenía usted razón. Saludos.
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