Thursday, March 24, 2005

Me desordeno, amor, me desordeno

24-03-05:

Recuerdo los epitafios de Luis Rogelio Nogueras. Este, por ejemplo:

Anuncia el cementerio de La Habana
que deben apurarse para ver
el cadáver de Alejo Carpentier:
¡Vuelve a París la próxima semana!.

Y este otro:

El director general del cementerio
avisa a los bromistas de mal gusto:
prohibido orinarse sobre el busto
del notable ensayista Desiderio.

Trato de recordar unos versos del mismo Wichy en los que el personaje también es Desiderio Navarro. Los versos aluden a las conferencias que daba el "notable" ensayista y a las cuales todos los miembros de la UNEAC debían acudir. Wichy llegaba tarde y un día  escribió algo así (no lo recuerdo bien y seguramente altero por completo un verso):

Cuando llego a tus foros demorado
y me planto en la punta de un criterio
antes tantas palabras de ilustrado,
me Desiderio, amor, me Desiderio.

La gracia está en que se trata de una parodia a un famoso poema erótico de Carilda Oliver. El poema de Carilda lo leí después. Su primera estrofa es la siguiente:

Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.

Es un soneto famoso en Cuba. Continúa así:

Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mala promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca enamorada,
me desordeno, amor, me desordeno.

Es, como se ve, maravilloso.

(Una foto de Carilda Oliver está en el post de abajo).

1 comment:

Tecnorrante said...

Los epitafios, Altazor, los epitafios!

¿No sería una tarea-ejercicio interesante?

Saludos, salud y vino!