Tuesday, December 06, 2005

Dionisio Ridruejo, un recuerdo, un poema


Dionisio Ridruejo

Veo en la Televisión Española un documental sobre Dionisio Ridruejo. En este momento Jorge Semprún termina de decir que para el año 56 lo único que le quedaba de falangista a Ridruejo era “esa cursilería” de la frase “inasequible al desaliento”. Y añade: “Pero en Ridruejo no era cursilería porque en realidad él era inasequible al desaliento”. Ridruejo había formado parte del grupo “joseantoniano” y había escrito el himno de la Falange. Cara al sol con la camisa nueva que tú bordaste en rojo ayer. Evolucionó. Y a mediados de los cincuenta encendió la más brillante chispa contra Franco.

Termina el documental y recuerdo el día en que murió Ridruejo. Yo estaba en Barcelona. Argenis Rodríguez me dio la noticia en las Ramblas. Debíamos darle el pésame a Inés. Ambos pensamos en eso y en que España había perdido al gran presidente de la democracia que ya se aproximaba. Era el año 1975.

Terminó el documental. Busco ahora un libro de Dionisio Ridruejo. Y leo este bello poema sobre los niños. Nada más.

HOSPITALIDAD

Es necesario que haya niños. Nadie

sabe por qué y acaso ni siquiera

es conveniente. Pero por encima

de todo es necesario. Son la forma

más desasida y pura que conoce

el corazón abierto. Los amamos.

Son toda nuestra luz y el argumento

de nuestro sin por qué. Le dan salida

para no ser la leña ensimismada

de la hoguera mortal.

(...)

Dos amigos me prestan

la tarde de sus niñas. Llego a verlas

como se sale a respirar. Sus duendes

gobiernan la locura. Una es alegre

a color y la llamo

cascabel. La otra es suave y amorosa

con el hondo desmayo sensitivo

de algunas flores pálidas. Habitan

la maravilla entre la madre grávida

que sonríe y repiensa

sus queridos poetas alemanes,

y el padre que descifra y hace fáciles

las kasidas y salmos donde ellas

son aquel verso suelto que ilumina

porque era ya desde que el mundo es mundo.

Es necesario que haya niños. Nadie

sabe por qué, pero hacen falta. Nadie

está vivo sin niños.

1 comment:

Henry S. said...

Bonito post