Sunday, January 28, 2007

Ocho veces UNEY


La UNEY cumplirá mañana 8 años de fundada. Ha crecido a un ritmo pausado, pero seguro. Ha procurado siempre mantenerse fiel a su proyecto original, no imitando de manera mecánica a las universidades que la precedieron y tratando de ser un espacio libre para todos los saberes. No ha dado tumbos, pero ha sorteado escollos y cometido errores aleccionadoramente fecundantes. Se mantiene invisible para algunos, pero no resulta indiferente a quienes ya la conocen de cerca. Frente a sus propuestas y trabajos originales, algunos aprovechan para darle salida a la envidia o a la molicie intelectual. Otros, menos elocuentes, a sus sentimientos de admiración. La UNEY los interpela a todos y a todos abre sus puertas.

La UNEY es una “cosa rara” para ciertos espíritus adocenados, y para quienes buscan horizontes humanísticos en la educación venezolana, es un ejemplo a seguir. Ha sido apoyada con generosidad por algunos buenos amigos y conocidos y entorpecida por ciertas alimañas. Así, la quisieron echar de su sede en San Felipe (allí sigue), pero Guama le abrió sus puertas. Le han negado espacios en la capital del estado -aún cuando se los hubieran prometido-, pero se le han abierto otros –eso sí-, por su propio esfuerzo. Podríamos decir que se ha ganado a pulso cada metro de tierra que ocupa y eso tal vez sea una fortuna y no un sino. También ha sabido obtener estima nacional e internacional de personas e instituciones que la enorgullecen. Sabe nadar contra la corriente, pero cuando el cauce le es favorable no se descuida ni se deja llevar. Quiere ser una universidad de la cultura y aspira hacerle aportes importantes al país. Lucha contra las infalibles leyes de la mediocridad sabiendo con Lezama que “sólo lo difícil es estimulante”. Se siente feliz por todo lo que le ha ocurrido y sigue soñando.

1 comment:

Tecnorrante said...

Epa, se me había olvidado felicitarte, y extender la felicitación a todo el equipo, por el aniversario de la UNEY. Los que conocimos el proyecto desde sus inicios también nos sorprendemos por lo bien que se ha desarrollado en el tiempo, y el futuro promisorio que tiene.

Un gran abrazo.