Friday, August 19, 2005

Los poetas se admiran a sí mismos


Pavo Real

Los poetas se congregan. Van a mostrarse sus más recientes producciones. Lo hicieron hace seis meses, pero es que no paran. Paren libros como acures y acá de nuevo están para intercambiarse ejemplares de sus fecundos estros, siempre en espera de otra inminente aparición. Leen en voz alta sus poemas. Se escuchan a sí mismos sus voces impostadas. Se aplauden. Se divierten y luego se despiden.

Se van en este instante. Cada uno lleva el libro del otro, libro que ninguno leerá nunca, porque fue suficiente escucharle al autor un poema que los otros ya han olvidado, si es que llegaron realmente a escucharlo, pendientes como estaban de la mejor lectura de los suyos.

Se fueron ya, pero pronto volverán a congregarse en este sordo laudatorio de la admiración "recíproca".

P.D: Donde dice "poetas" puede leerse también "¿poetas?"

4 comments:

Guy Monod said...

Consejo amistoso a un montón de jóvenes

Id al Tibet
montad en camello.
leed la Biblia
teñid vuestros zapatos de azul.
dejaos la barba.
dad la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscribios al Saturday Evening Post
Masticad sólo por el lado izquierdo de la boca
casaos con una mujer que tenga una sola pierna y afeitaos con navaja

y grabad vuestro nombre en el brazo de ella

lavaos los dientes con gasolina
dormid todo el día y trepad a los árboles por la noche.
sed monjes y bebed perdigones y cerveza.
mantened la cabeza bajo el agua y tocad el violín
bailad la danza del vientre delante de velas rosas
matad a vuestro perro
presentaos al Alcalde
vivid en un barril
partios la cabeza con un hacha
plantad tulipanes bajo la lluvia.

Pero no escribáis poesía.

Charles Bukowski

Anonymous said...

“Los escritores actuales no son ya, como bien hiciera notar Pere Gimferrer, señoritos dispuestos a fulminar la respetabilidad social ni mucho menos un hatajo de inadaptados sino gente salida de la clase media y del proletariado dispuesta a escalar el Everest de la respetabilidad, deseosa de respetabilidad. Son rubios y morenos hijos del pueblo de Madrid, son gente de clase media baja que espera terminar sus días en la clase media alta. No rechazan la respetabilidad. La buscan desesperadamente. Para llegar a ella tienen que transpirar mucho. Firmar libros, sonreír, viajar a lugares desconocidos, sonreír, hacer de payaso en los programas del corazón, sonreír mucho, sobre todo no morder la mano que les da de comer, asistir a ferias de libros y contestar de buen talante las preguntas más cretinas, sonreír en las peores situaciones, poner cara de inteligentes, controlar el crecimiento demográfico, dar siempre las gracias."

ROBERTO BOLAÑO: “Los mitos de Chtulhu”, en “El gaucho insufrible”.

Biscuter said...

A Monod y a Poéticas:

Excelentes textos de dos escritores admirables.

Saludos,

Altazor

Pablo Bautista said...

Creo que la poesía en la mano que nos alimenta a la que hay que morder.

Como rescaté un día de Abril de este año, en el poema de José Emilio Pacheco:

(La perra infecta,
la sarnosa poesía,
risible variedad de la neurosis,
precio que algunos pagan
por no saber vivir.
La dulce, eterna, luminosa poesía.)